Las articulaciones son las bisagras del cuerpo, es decir, aquellas partes que se sitúan exactamente en la unión de dos o más huesos, músculos, cartílagos, ligamentos o membrana sinovial. Están diseñadas, concretamente, para movilizar el cuerpo y soportar peso y, por ello, merece una especial atención al hacer ejercicio de impacto. En este artículo hablaremos de las articulaciones y sus cuidados principales. ¿Nos acompañas? ¡Vamos a ello!
Índice de contenidos
Tipo de articulaciones
Las articulaciones son los puntos donde dos elementos esqueléticos contactan. Las dos categorías generales de articulaciones son:
- Aquellas en las que los elementos esqueléticos quedan separados por una cavidad (articulaciones sinoviales).
- Aquellas en las que no hay espacio y los componentes se mantienen unidos por tejido conjuntivo (articulaciones sólidas).
Los vasos sanguíneos que irrigan una articulación y los nervios que inervan los músculos que actúan sobre la articulación suelen aportar ramas articulares a esa articulación. Ahora bien, dependiendo de la estructura, movimiento y función, habrá diferentes tipos de articulaciones. Veamos dos de ellos.
Según su función
Dependiendo de este factor, las articulaciones se dividen en tres grupos bien diferenciados:
- Sinartrosis: se trata de articulaciones que poseen muy poca movilidad. Estas, a su vez, se dividen en sincondrosis y sinfibrosis, dependiendo del tejido.
- Anfiartrosis: estructuras flexibles con baja movilidad.
- Diartrosis: con mayor movimiento. Son las más numerosas, se forman por cartílago y se unen por cápsula sinovial.
Según su estructura
Dependiendo de la estructura del tejido, las articulaciones pueden dividirse en varios tipos:
- Sinoviales: son las más comunes en las extremidades inferiores. Se unen por la cápsula sinovial, la cual está repleta de líquido sinovial. Esto sirve para nutrir y lubricar los cartílagos. Estas sinoviales se dividen en seis tipos: esféricas o enartrosis, con forma de balón y desplazamiento por cualquier lugar; planas o artrodias, de superficie plana. Solo se desplazan, no giran; en bisagra o trocleares, permiten extender y flexionar sus estructuras asociadas; en pivote o trocoides: permite la rotación lateral únicamente; condiloideas o elipsoidales, unen un hueso cóncavo con uno convexo; y selares o en silla de montar, que tienen esta forma.
- Fibrosas: se forman por tejido fibroso. El objetivo de estas articulaciones es unir a los huesos relacionados. Apenas se mueven y se dividen en tres tipos: sindesmosis, que unen huesos que están a gran distancia con un ligamento fibroso o una membrana; gonfosis, que están en huesos maxilares y dientes; y suturas, ubicadas en el cráneo.
- Cartilaginosas: son las compuestas por cartílago.
Cómo fortalecer las articulaciones
El fortalecimiento de las articulaciones es esencial para evitar lesiones y dolores. Si realizas tu rutina deportiva, el calentamiento, la tonificación y los estiramientos son vitales en ella. Además, tienes que usar calzado cómodo; cuidar la postura al hacer ejercicio o sentarte; no te levantes de golpe durante la rutina, sino gradualmente; reduce el ritmo paulatinamente, sobre todo con cardio; y no sobrecargues mucho.
Cuidados principales para la función de las articulaciones
Para cuidar nuestras articulaciones, es importante seguir esta serie de consejos que te traemos:
- Mantenernos activos: caminar, montar en bicicleta, nadar o cualquier otra actividad aeróbica.
- Postura correcta: recargar el peso de manera equitativa sobre el cuerpo.
- Control de peso: a mayor peso, más tensión articular.
- Alimentación: una dieta equilibrada con frutas y verduras es clave.
- No sobrecargar: suprimir o limitar actividades que duelan o sobrecarguen.
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